Importancia de la rehabilitación en adultos mayor

A medida que el cuerpo va envejeciendo, ciertas funciones tanto cognitivas como corporales dejan de ser las óptimas y por ende, se presentan problemas de demencia senil o atrofia muscular, además de otros problemas a nivel de órganos.

Sin embargo, no siempre ocurre esto y en ocasiones, tal vez la mayoría, los trastornos al sistema músculo-esquelético que se presentan en la tercera edad no se deben precisamente por el envejecimiento, sino a disfunciones producto de hábitos y posturas arrastrados durante toda la vida.

Siguiendo esa premisa, existen formas de mejorar la calidad de vida del adulto mayor, a través de terapias kinesiológicas o manuales que fortalezcan la musculatura, como por ejemplo, la articulación del tobillo, para mejorar el equilibrio.

Mejorando la salud de la tercera edad

La actividad física contribuye a mejorar notablemente la vida de los ancianos. Según varios estudios, hay directa relación entre la actividad física y el aumento de la esperanza de vida, por lo que el no hacer ejercicios implica factores de riesgo. Cuanto más temprano se detecte este problema en la vejez, mejor, pues así se pueden adecuar las actividades realizadas a los tipos de problemas o dolencias físicas que pueda presentar un adulto mayor.

Por medio de las fisioterapias físicas como los calores, masajes, rayos infrarrojos o ultrasonido terapéutico, se pueden aliviar las dolencias que los años hayan podido provocar. Otros tratamientos que se aplican por lo general en la kinesiología del adulto mayor involucran la movilización articular, ejercicios respiratorios, ejercicios de activación y terapias familiares, esto último debido al estado psicológico del anciano.

La idea es que, más que tratar una patología en particular, la kinesiología ayude a pacientes que hayan acumulado dolencias o alteraciones durante sus años de vida, puedan continuar con sus rutinas sin impedimentos importantes.